Quizás no todo pasado fue mejor, quizás.
Pero tampoco cualquier futuro es mejor. Es un grave error considerar que el progreso siempre es mejor, es menso pensar que el avanzar a cualquier precio solo por llegar a un supuesto futuro mejor es deseable porque al fín solo es una carrera a ciegas.
Hay que avanzar, sí, pero conservando lo bueno del pasado, mejorándolo, incorporando las buenas ideas del futuro, lo contrario es temerario.
Me explico; el mayor defecto del ruindos siempre fue su tendencia a quemar los barcos en cada actualización.
Sí, sí, sí, ya se, ruindos es compatible hacía atrás siempre, ¿verdad? Pero no es del todo cierto, — más bien del todo falso —, a cada actualización, lo que en teoría debe seguir funcionando solo lo hace si se buscan parches y actualizaciones menores que en el mejor de los casos funcionan casi. Porque en la mayor parte de los casos hay que buscar nuevas versiones, generalmente de pago, de todas las herramientas que deseemos usar. De hecho de ahí viene la enorme tasa de piratería en ese entorno, mucho menor que en el mundo Mac.
Los Makeros nos hemos reído siempre a gusto con estas actualizaciones de mocochof, que a la hora de la verdad solo suponían perder las ventajas de lo viejo y conservar los defectos que se suman a los de la nueva instalación.
Los Makeros no teníamos ese problema. Nunca lo tuvimos porque el MacOS siempre se diseño desde el Lisa pensando en lo que necesitaba el usuario y entre esas necesidades estaba seguir usando sus herramientas de siempre que lo necesitara.
Aun recuerdo que no a mucho recupere archivos de texto de los primeros noventa confeccionados con Great Work bajo MacOS 7, y los use con el mismo programa en un G4 con el tigre.
Alguien se atreve a intentar algo parecido con un archivo confeccionado en un 286.
Las tres grandes revoluciones del Mac, esto es, el advenimiento de los RISC el sistema X y el intel, no han supuesto una ruptura con el pasado. No al menos de forma traumática, y eso es sin duda una de las grandes ventajas del espíritu Makero.
Cuando llegaron los procesadores RISC al principio se hablo de una ruptura ya que la arquitectura de programación para los 68.000 era fundamentalmente distinta e incompatible.
Al principio hubo problemas, sí, vimos los programas FAT y los optimizados, pero poco después, el mismo SO fue capaz de emular el código de los 68.000 y como esos programas necesitaban menos potencia y memoria, corrieron bien en los PPC aun siendo emulados.
El anterior ejemplo del Great es válido, ya que los archivos se generaron en un LC originalmente.
Compatibilidad completa — o casi, que hay quién hila muy fino y lo dirá si yo no lo digo ahora —.
Luego llego el MacOS X y claro, el mismo problema, pero de serie hasta el Leopardo, el sistema incluyo un emulador que si bien no era todo lo optimizado que deseamos, ya que no funcionaba fino con ciertos periféricos y extensiones, pues eso, nos permitía usar programas clásicos dignamente, y sobre todo sin tener que gastar una pasta en actualizaciones, muchas veces poco necesarias o justificadas.
Y con los intel… ¡aiva dios, ahí la cagamos señores!
Ya que los genios de cupertino, con Job a la cabeza, decidieron que había que romper con el pasado y si alguien necesitaba algo de él… que se compre un PC.
Ya se veía venir, ya que durante años, las quejas sobre el funcionamiento de la emulación no fructificaron en mejoras, como era tradicional, sino que simplemente justifico la eliminación del mismo con la excusa de la migración a intel.
Progreso a toda costa.
Para algunos ha supuesto un problema ya que tuvieron que “renovar” todos sus programas o bien dejar de hacer cosas por falta de herramientas.
Luego se quejan de que el pirateo halla crecido últimamente, no te jode.
Como si no fuera suficiente inversión un Mac pro de diez mil euros como para renovar dos docenas de programas y varias docenas de utilidades y gachet.
Bueno, pues por mucho que los usuarios hemos pedido un entorno clásico en los intel, los señores de Cupertino se empeñaron en que era técnicamente imposible.
Lo que según parece es imposible es que antepongan el ínteres de sus usuarios a las ansias de facturar de los accionistas, normalmente interesados en vender productos a toda costa.
La cosa es que el espíritu Makero parece haber sido expulsado de Cupertino.
Eso o las mentes brillantes ya no están allí porque NO es técnicamente imposible.
En la güeb fat-mac — un abrazo para mi viejo amigo Fran Iglesias, años que o se nada de él — he encontrado un pequeño programa que hace funcionar un entorno MacOS 9.0.4 en un intel, — incluso habla de que es posible una actualización a mejores sabores del nueve — y funciona aceptablemente bien.
El invento lo encontraran allí, así que no hablare de ello, que ya lo cuentan allí.
De lo que si hablare, una vez más y mira que es una pena tener que hacerlo tan a menudo, del alejamiento de sus usuarios que en Apple se esta llevando a cabo.
Los usuarios seguimos queriendo usar muchas cosas de nuestro pasado, más que nada porque por mucho que el presente del Mac sea una maravilla, el pasado ha sido y aun es, glorioso.
Puede que algunos solo tengamos que cambiar de máquina para usar ese programa que hace justo lo que necesitamos para ese trabajo concreto que corre prisa, que para eso hay dieciocho en mi casa, la mayoría aun en buen uso.
Pero hay muchos usuarios que solo tienen un Mac o no tienen uno capaz de ejecutar sin problemas un MacOS 7, por ejemplo.
Ya. Pueden buscar en la red un programa que haga lo mismo o comprar un programa similar o una versión actualizada si existe… Ya.
Pero a veces es mucho más fácil crear un mapa en relieve con un Bryce de hace quince años que gastar equis cientos de euros en una versión para intel. Sobre todo si solo necesitamos ese mapa y ademas es para ayer.
A lo largo de los años, van para veinte en mi caso, los Makeros hemos acumulado muchos programas que nos sacan de apuros en un momento dado, de ahí la justificación y la utilidad del entorno Classic.
Porque a veces lo antigüo es lo que hace justo lo que se necesita.
Pero en Cupertino ya no les importa lo que necesitamos los usuarios humildes, según ellos tenemos que cambiar a cada actualización o renovación de gama, de equipo y programas. Parece que no tenemos derecho a tener un Mac si no podemos pasar por caja a facturar a golpe de queinote.
Somos indignos.
Pero por suerte, el espíritu Makero quizás halla muerto en California pero seguimos existiendo los Makeros — ¿por cuanto tiempo?, no se — y uno de ellos, Ronald P. Regensburg, en lo mejor de la tradición, ha creado lo que le faltaba al Mac Intel; Un emulador de entorno Clásico.
Antes, en Apple tomaba buena nota de las cosas que los Makeros creaban por amor al Mac, para mejorarlo y lo incorporaban a la siguiente versión del SO.
Aún el Virtue Desktop fue incorporado en el Leopardo, aunque de forma menos eficiente para mi gusto — de hecho, e uno de los motivos, pero no el más importante, por lo que no uso el gato con manchas —.
A ver si con suerte estoy equivocado y en el próximo gato se puede emular un entorno clásico en condiciones, aunque me temo que para eso tendremos que esperar a que Job desaparezca de una vez y rogando para que quién lo sustituya sea un Makero, porque si no quizás tenga razón aquel inepto vendedor que decía que no había que comprar Mac porque cuando muera Job Apple desaparecerá.
Mientras, pues nos apañaremos con el SheepShaver y el Chubby–Bunny que así se llama este invento que a poco que funcione se convertirá en un imprescindible.
Jorge Díaz.