Estamos en construcción, disculpe usted las molestias... o no.

 

¿De que va VadeMACum?

Allá por mil novecientos ochenta y cinco conocí un primer Mac, un Plus creo recordar.

Yo trabajaba en un periódico local muy humilde, que, locos ellos, pensaron en comprar un ordenador, — hasta ese momento yo lo montaba a mano a base de artículos escritos en una Olivetti eléctrica —, y el candidato fue un Mac, pero dado su precio acabamos maquetando con Ventura Publisher en un Inves turbo 8 Mhz.

Hasta el ochenta y nueve no volví a tocar un Mac y mi primera máquina propia fue un LC II en el noventa y dos.

Desde entonces, como cualquier otra obsesión, lo leí, escuche, pregunte y aprendí todo o casi todo lo que pude sobre aquellos bichos grises, creados pensando en quién los utilizaría y no en quién los vendería.

Hoy, aquella entrañable manzana de colores ha cambiado, y con el arco iris también se ha descolorido el ínteres por el usuario. Apple crea máquinas maravillosas, sí, pero ajenas, más cercanas a los “victim tech” y los ingenieros que al currito y el artista.

Y todo el mundo parece muy contento de como se hacen las cosas en Cupertino.

¿Donde esta la crítica? antes tan comun, pues no lo se, pero hasta que Apple me pague como evangelista, yo diré aquí lo que pienso, y probablemente escueza más de un Makero por poco pertinente, pero creo que la crítica es saludable y solo molestan las verdades incómodas.

Así que desde mi larga experiencia de usuario seré impertinente.

viernes, 5 de junio de 2009

Hasta los huegos del Ipone. (sí, he dicho ipone)

Cuando empece con estas páginas me hice el propósito de escribir con más o menos regularidad, un par de veces a la semana más o menos, que a fin de cuentas es lo que yo hacía en el pasado, aunque en otros lugares, eso sí.

Reconozco que por unos motivos u otros no lo he hecho.

No es que sea muy importante porque, para que negarlo, mis opiniones no parece que interesen a demasiada gente, a juzgar por el seguimiento que tiene el asunto. Aparentemente.


Reconozco que escribo más por costumbre que por otra cosa, escribiría de todos modos así que mejor publicarlo aquí y que lo pueda leer alguién si quiere, por pocos que sean mi público, que olvidarlo en un cajón, o en un disco que es lo mismo, ¿no?


Bueno, a lo que voy es que he incumplido mi propósito y eso está feo.


En parte por  motivos personales que no vienen al caso.


Pero sobre todo porque no hay nada que decir.


Suelo visitar varias páginas de distinta actualidad Makera y tecnológica casi a diario, — o lo hacía — pero la cosa es que últimamente me aburro. Me aburro mucho. Me aburro muchísimo.


No se si os habéis parado a hacer estadísticas, pero a mi me da la impresión que la cosa está como muy parada, paradísima.

Las noticias interesantes son escasa, lo que no deja de ser una consecuencia de la situación general que aquí no comentare.

Pero es que las pocas noticias que hay son tan pero que tan aburridas que no me llaman la atención para nada, no me motivan para escribir.


Yo no soy informático, ni ingeniero de sistemas, ni vendedor o instalador.

Soy un usuario y la verdad es que las noticias del tipo fulanito pasa a la empresa tal o sobre los movimeintos empresariales pues no me llaman.

Los temas qeu tratan de nuevas ventajas en redes o sobre intrinculis de internet no me interesan.

Y en el noventa por ciento de los casos, las notas publicitarias sobre las supuestas ventajas de las actualizaciones de programas me son en general incompatibles con la regla de oro que práctico: “Si algo funciona bien, no los toques hasta que sea completamente imprescindible”.


Además, como Job esta medio retirado no hace ni dice gran cosa interesante — raramente lo hace, tambien es verdad—.


Y con la crisis, no hay prácticamente novedades tecnológicas, a lo sumo algunos Macgoofy.


¿Que queda?, ¿a que le estan dedicando el espacio las bitacoras en los últimos tiempos?


Pues al Jodido ipone.


Que sí, que fue un ito tecnológico, un paso adelante digno de la Apple clásica.


Un producto muy cuidado y novedoso… hace tres años.


Ahora, el ipone no es más que uno más entre tantos, o mejor dicho, el que todos han imitado a mejor precio y sin tener que atarse con los nefastos servicios de timofonica.

Hay una docena — en la publicidad — de productos similares, que si bien no son lo mismo, lógico, se venden mejor.

Y en algunos casos, si pudieran equipar el sistema Apple, algunos de ellos aportarían mejores prestaciones en algunos aspectos.


Pero bueno, es el telefono de apple y como no hay nada de que hablar, cada día, de cada tres artículos, dos son sobre él.


Pues señores, a yo estoy hasta los huegos del ipone.


Soy usuario de Apple desde hace más de dieciocho años y pese a lo discutible de su política actual, y pese a que quizás si me viera en la necesidad o posibilidad de comprar un ordenador, puede que valorara al posibilidad de que no fuera un Apple — aunque probablemente sería uno de esos nuevas maquinas que permiten usar el Macos, seguramente que por una cuestión de precio — , desde luego no me interesan en absoluto los productos  paralelos de Cupertino, y menos aún en el campo del teléfono.


No, no me interesan los teléfonos por sofisticados que sean, — apenas gasto cuatro o cinco euros al mes en esto — , y la verdad, para las prestaciones que me podrían interesar de un ipone, elegiría un ituch.

Que tampoco tengo porque no oigo música, la pirateo por joder a la esgae, al rey del pollo asado y atlateres, pero no la oigo, ni siquiera uso la radio o el cd en el coche.

Así que ¿para que quiero un emepetres de doscientos euros?


Así que ni comparto ni entiendo tanta paja mental con que si va haber un nuevo ipone de 32 Gb o de 32.000. Pequeño, grande, a cuadros o lo que sea.


Me aburre.


Así que la verdad es que he tenido que renunciar a escribir sobre la actualidad Makera en lso últimos tiempos.

Igualmente no he escrito sobre otras cosas por lso motivos personales antes mencionados.


Esperemos que las cosas se animen un poco con algo llamativo y digno de la Apple que aprendimos a querer, o mejore lo personal.


Mientras, bueno, quizás recupere algunos escritos antiguos en los proximos días, por eso de que mis selectos lectores no se me aburran y esta página se vuelva tan desertica como las propuestas prácticas de del pepé.


Jorge Díaz.


P.D.: y encima, bloger me sabotea dejando los mensajes colgados sin avisar, pese a que creía que ya lo había solucionado, buena forma de crear audiencia, sí señor.

Y luego me quejo.

En fín, lo siento.

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